Fuente(www.almomento.net)
SANTO DOMINGO.- Airados manifestantes, en su mayoría descendientes de personas que fueron asesinadas o encarceladas durante la dictadura de Rafael L. Trujillo, impidieron este jueves en la noche la celebración del acto de puesta en circulación del libro de Angelita Trujillo, la hija menor del tirano.
La actividad tendría lugar en el hotel Santo Domingo, de esta Capital. Los protestantes irrumpieron en el salón donde el mismo iba a ser celebrado, levantando pancartas y vociferando consignas contra la dictadura trujillista. Algunss de las pancartas tenian imagenes de las Hermanas Mirabal.
Acaloradas discusiones se produjeron entre ellos y personas de diferentes niveles que, en forma masiva, aceptaron la invitación de participar en el acto, el cual iba a ser celebrado en forma paralela a otro programado a celebrarse en la ciudad de Miami.
Todos los parqueos del hotel estaban colmados de vehículos, en su mayoría de lujo, pertenecientes a las personas invitadas. En una oportunidad los manifestantes comenzaron a exigir el retiro del salón de la señora Julieta Trujillo, una sobrina del dictador, pero ésta se negaba a hacerlo y estuvo a punto de ser agredida. Un contingente de la Policía se presentó al lugar y sacó escoltada a esta última.La mayoría de los que se encontraban en el salón optaron por abandonar el mismo por temor a que se produjeran incidentes de mayor magnitud.Condenan alegaciones de hija de ex dictador dominicanoSANTO DOMINGO, 25 feb (PL)- Personalidades, comunicadores y descendientes de los protagonistas de los hechos desmintieron este jueves alegaciones de una hija del ex dictador dominicano Rafael Trujillo, quien aseguró que su padre no ordenó matar a las hermanas Mirabal. Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, conocidas como Las Mariposas, fueron opositores juradas de la dictadura trujillista (1930-1961) y fundadoras del movimiento clandestino 14 de Junio.
Fueron asesinadas garrotazos el 25 de noviembre de 1960, al igual que el chófer del automóvil, que fue despeñado por un barranco para simular un accidente.
Algunos de los militares participantes en el crimen declararían después que cumplieron la orden porque había sido impartida por el propio Trujillo a través de su siniestro jefe del Servicio de Inteligencia Militar, Johnny Abbes.
Sin embargo, Angelita Trujillo, residente en los Estados Unidos, asegura en su libro Trujillo, mi padre, que el general Luis Amiama, uno de los participantes en el atentado que acabó con la vida de Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961, fue quien dió las instrucciones.
El propósito de Amiama sería precipitar el desagrado de Estados Unidos para que apoyara el movimiento posterior, según la hija del ex dictador.
Con el paso del tiempo han surgido indicios de la participación, desde la barda, de la Agencia Central de Inteligencia, estadounidense en el aliento a los complotados para ejecutar a Trujillo, y a través de un comerciante norteamericano que suplió parte de las armas.
Para el gobierno del asesinado presidente John F. Kennedy la conducta de Trujillo era cada vez más inconveniente, en especial después que ordenó el atentado del 24 de junio de 1960 contra el presidente venezolano de la época, Rómulo Betancourt, un cercano aliado de Washington.
El historiador Milton Rey Guevara instó a los familiares de Amiama a interponer una querella judicial contra la autora por difamación, mientras varios descendientes de los participantes en los hechos y periodistas se dijeron indignados de lo que califican de calumnias.
Desde que trascendieron los primeros fragmentos del libro, diversas personalidades se han mostrado indignadas por lo que califican de intento de justificar los desmanes de Trujillo, a quien se llamó en su momento la Náusea de América.