El expresidente sudafricano Nelson Mandela cumple hoy 94 años, un evento para el que se han preparado cientos de actos solidarios por todo el país y que se celebra en todo el mundo desde 2010 como el Día Internacional de Mandela.
Mandela pasará su cumpleaños acompañado de su familia en la intimidad de su residencia de Qunu (sureste), lugar donde vivió durante su infancia y al que se trasladó en mayo pasado tras un breve ingreso hospitalario en Johannesburgo en enero para someterse a una laparoscopia por un dolor abdominal.
Bajo vigilancia médica desde 2011, Mandela "goza de buena salud", aseguró el actual presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, en mayo pasado.
Aunque el carismático exmandatario cumple 94 años en la intimidad, el mundo celebra el Día Internacional de Mandela, una iniciativa de la ONU para animar a todos los ciudadanos a dedicar 67 minutos a causas sociales, un minuto por cada año que el líder sudafricano dedicó a luchar por la igualdad racial y el fin del apartheid.
En Sudáfrica, el Centro de la Memoria de Nelson Mandela ha contado al menos 80 eventos organizados con motivo del cumpleaños, que van desde la rehabilitación de escuelas y construcción de viviendas sociales hasta una expedición al monte Kilimanjaro, el más alto de África.
La jornada ha comenzado con una canción de cumpleaños a Madiba -nombre del clan de Mandela en lengua xhosa- entonada por 20 millones de personas al unísono en diversas localidades del país. Estudiantes en sus escuelas y empleados en sus lugares de trabajo se han sumado a esta iniciativa para desearle un feliz día.
Además, en varios lugares emblemáticos en la vida Mandela, la productora de la película oficial sobre el exmandatario "El largo camino hacia la libertad" instalará decorados para que el público evoque los grandes momentos de la trayectoria del premio Nobel.
Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica tras ganar las primeras elecciones multirraciales del país, en 1994, año en el que concluyó el régimen segregacionista del apartheid, impuesto por la minoría blanca sudafricana.
Su mensaje de reconciliación y convivencia entre razas, que hizo posible la transición hacia una Sudáfrica democrática, le valió el premio Nobel de la Paz en 1993, que recibió junto al entonces presidente, Frederik Willem de Klerk. fuente/listin