por Milciades Pichardo
Como dicen los artistas de teatro ante un imponderable: "el espectáculo debe continuar". Así mismo, Samuel Priego, el hijo del finado caricaturista Harold Priego, está decidido a darle continuidad a su obra. Diógenes y Boquechivo deben seguir siendo látigo y cascabel de la sociedad dominicana.
Es alto y delgado, con rostro de Quijote. Aún arrastra -y la llevará por mucho tiempo- la tristeza del duelo por el fallecimiento de su padre, de quien era su primer admirador.
P. ¿Cuáles motivaciones fundamentales tiene para darle continuidad a la obra de Harold?
R. La primera motivación fue un comentario que hizo hace unos años atrás. Él se sentía muy preocupado de quién iba a seguir con Boquechivo. Y hasta a mi hermanita se lo preguntó: "¿Quién de ustedes es el que va a seguir con esto?", porque nos veía a cada uno en su mundo. Yo con la pintura, mi hermanita en la Psicología, y no teníamos esa inclinación como él hacia la caricatura. Y volví a sentir esa preocupación en estos días, y de una semana para acá pensé que su deseo era que Boquechivo continuara. Como homenaje a él, y dando continuidad su legado, es un deseo mío ahora que eso siga.
P. ¿Piensa cambiar algunos elementos?
R. Lo voy a dejar lo más fiel posible a lo que él hizo. He estado estudiando todo lo que hizo del 96 para acá. Un psiquiatra amigo le sacó el perfil psicológico a los personajes, para estar bien documentado sobre Diógenes, Boquechivo, doña Mármara y don Chichí. De todos los personajes.
P. ¿Para los chistes y situaciones que creaba, te vas a asesorar o contarás con la colaboración de alguien?
R. No, hasta el momento soy yo quien lo hará todo. Eso no quita que reciba consejos o sugerencias de la gente.
P. Claro, como hacía Harold...
R. Mi papá siempre estaba escuchando y apuntando en servilletas lo que decía el otro. Era una esponja. Su trabajo era interpretar al pueblo.
P. ¿Además de Boquechivo harás otras caricaturas para otros medios?
R. Solamente Diógenes y Boquechivo, porque esos fueron los primeros 'hijos' de él, a los que dedicaba más tiempo. Los que más calaron. Y eso fue por algo. Si un artista le dedica mucho tiempo a algo es porque ha hecho un esfuerzo muy grande, y el resultado se vio.
P. ¿Cuál ha sido tu preparación académica?
R. Estudié Publicidad en APEC. Luego estudié en Altos de Chavón Diseño de Moda. Después me quedé un año más allí estudiando Artes Plásticas, y después me quedé otro tiempo como profesor.
P. Y claro, como artista plástico has expuesto...
R. Sí, hicimos una a dúo, mi papá y yo, en Pagés BBDO. Llevo casi dos años preparando una individual, y mientras, he participado en varias exposiciones colectivas.
P. Tu obra, de cualquier modo tiene mucho de figurativa, por lo que adentrarte en el mundo de las caricaturas de tu padre, no será un sacrificio...
R. Sí, es figurativa. Aunque claro, la caricatura es una desproporción de lo figurativo, una exageración.
P. ¿Te ves creando otros personajes?
R. Poco a poco. Eso no lo tiene que saber el público. Pero uno, poco a poco lo irá haciendo. Para respetar el trabajo de mi papá.
P. ¿Y cómo te las arreglarás para esa sagacidad que tenía Harold en lo político?
R. Su caricatura era esencialmente política. Más bien, socio-política. Aunque se iba más por el lado político.
Ahora me toca a mí indagar más, escuchar los programas de radio en la mañana, leer los periódicos, escuchar a los panelistas, empaparme del ámbito político.
P. ¿Has conversado con tu papá después que se fue?
R. Él ha conversado conmigo, pero no pude responderle. Sucedió algo. Hubo un ruido y se rompió una famosa mata de mango que hay en la casa. Se rajó por mitad, de la nada. Y sobre esa mata fue la última conversación que tuvimos. "Esa mata sólo da mangos picados de pájaros o podridos". Parece que me quiso decir, 'ponte en la cosa, aterriza'. Porque siempre he sido más soñador, él siempre está más aterrizado y sale a la calle, y se empapa de toda la sociedad. Y yo, en mi mundo, trabajando. Inspirado en mi entorno, pero no de la manera que él lo hacía. Desde mi burbuja yo observaba. Él entraba a la sociedad y después se iba a crear.
P. Hablaste de él en presente.
R. Es que él siempre va a estar aquí. Siempre va estar conmigo. Y más ahora que voy a seguir su trabajo. ¡Ahora más que nunca