El cardiólogo Héctor Acosta, del Centro Médico Cibao, atribuye esta situación al uso de los energizantes, las drogas y el estrés. El entrevistado define la hipertensión como el aumento de la presión arterial sobre los parámetros establecidos; la presión diastólica o alta, por debajo de los 90 milímetros de mercurio y la sistólica o alta, por encima de los 140 milímetros de mercurio.
No obstante, la enfermedad sigue teniendo mayor prevalencia en los pacientes ancianos quienes tienen mayor prevalencia que los jóvenes, con una estadística de 60% en las personas mayores de 60 años, expresa el doctor Acosta. ¿Por qué los jóvenes? Empero, se ha verificado un aumento en personas jóvenes por el uso de los energizantes, el estrés producido por la situación económica, el trabajo, la delincuencia, el cual Acosta señala como un factor de riesgo muy importante, así como el sedentarismo, el tabaquismo, el alcohol, la obesidad y la dieta con alto contenido de sal.
"Nosotros necesitamos no más de cuatro gramos de sal y tan sólo una sopita tiene 16 gramos", expresó. El médico sugiere que para prevenir necesariamente hay que modificar los factores de riesgo, comer más vegetales, más frutas, hacer por lo menos media hora de ejercicio cardiovascular, al menos tres veces por semana, y evitar las drogas y los energizantes.
Es curioso saber que las personas a mayor nivel económico reflejan mayor proclividad a convertirse en hipertensos y esto se observa en los datos comparativos de las cifras de pacientes de países desarrollados y de los subdesarrollados. En Estados Unidos, por ejemplo, un 45%, es decir, casi la mitad de la población, sufre de presión alta.
El doctor Acosta atribuye esto al consumo de comida chatarra, que es más alto en los Estados Unidos, con alto contenido de sal y grasas. En cuanto al conocimiento de la enfermedad, casi la mitad de los hipertensos no sabe que tiene esta patología. "Uno de los grandes retos que nosotros tenemos como médicos es diagnosticar tempranamente y crear conciencia en los que padecen de esta patología.
Hay muchísimos avances en cuanto al manejo de hipertensión arterial, pero sigue siendo un gran problema en el control de la misma", explica Acosta. Asegura que uno de los elementos es el costo de los medicamentos, sobre todo los originales que son muy costosos. Entonces, esto provoca que el paciente tenga que usar medicamentos genéricos o copias, que no tienen la misma potencia que los originales.
"Tenemos un gran problema, es que los pacientes no se adhieren al tratamiento. Muchas veces lo abandonan por el mismo costo, otras veces por cansancio y otras veces los pacientes son resistentes al uso de las drogas", concluye el cardiólogo. El doctor Acosta asegura que el tratamiento empieza con la modificación del estilo de vida, evitando ingerir más de cuatro gramos de sal al día, ejercitarse, evitar la comida chatarra, disminuir las grasas, no fumar y, cuando no se logra con estos mecanismos, recomienda usar los fármacos.
Otros daños La presión puede repercutir en otros órganos, como el cerebro, donde puede producir accidentes cerebrovasculares o derrame cerebral. A nivel del corazón, puede crear un infarto; a nivel del riñón, daños renales irreversibles y en los ojos, ceguera.