EL CAIRO (PL).- Tras una noche tormentosa, durante la cual la violencia fue omnipresente, los alrededores de la Embajada estadounidense aquí continúan hoy bajo una draconiana custodia policial.
Los manifestantes que protagonizaron choques con los agentes antimotines también, se mantienen en las proximidades de la sede y demandan la expulsión del embajador de Estados Unidos y una excusa oficial por la difusión de una película que consideran insultante para el Islam, la religión de la mayoría de los egipcios.
Las fuentes oficiales se han abstenido de proporcionar cifras, pero se estima que decenas de personas han sido detenidas y varias resultaron heridas en los choques.
Para mañana, partidos salafistas y otras organizaciones convocaron una marcha del millón de hombres en la Plaza Tahrir, el mismo escenario de las manifestaciones multitudinarias que el año pasado obligaron a renunciar al
expresidente Hosni Mubarak, un aliado a ultranza de Estados Unidos y ahora sentenciado a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad y corrupción.
Una convocatoria similar hicieron los Ajuan Musulmín (Hermanos Musulmanes), la entidad que llevó al poder al actual presidente egipcio, Mohamed Morsi, como candidato de su brazo político, el Partido Libertad y Justicia.
Eruditos de la Universidad de Al Azhar en esta capital, uno de las más famosos centros de estudios y jurisprudencia del mundo islámico, censuraron la cinta debido a su carácter ofensivo "con la clara intención de agraviar".
Desde tarde en la noche, asimismo, los manifestantes comenzaron a exigir la expulsión del embajador estadounidense y que Washington prohíba la difusión del filme, costeada por judíos de esa potencia y realizada por un israelí-norteamericano, un cristiano copto y el pastor fundamentalista cristiano Terry Jones, según versiones.fuente/elmomento