Pudiera ser que el Plan Integral de Seguridad Ciudadana, anunciado el pasado miércoles en el Palacio Nacional, con la presencia del presidente Medina, haya nacido cojo, al partir del supuesto de que con los estamentos de la PN actual se puede encarar la criminalidad y reformarla.
Quizás por la falta de creencia del público la acogida que tuvo el plan fue fría, ya que fue elaborado por algunos de los responsables del deterioro actual de la seguridad, notablemente el ministro de Interior, José Ramón Fadul y los jefes de la PN y AMET.
El ambicioso plan parece haber sido “sancochado”, como diría la gente común, bajo la presión de sectores mediáticos de supuesto raigambre social, y por el clamor de la ciudadanía que nota cada vez más deteriorado el clima de paz en las calles, y con asombro el desorden del tránsito.
Si el plan hubiese sido presentado por nuevos responsables del Ministerio de Interior y Policía, la PN y la DNCD, el impacto quizás habría sido otro. Pretender que la gente no asuma que en la forma anunciada será “más de mismo” es minimizar la inteligencia pública.
Muy bien intencionado, opinaron algunos ciudadanos entrevistados por radio y televisión, el plan presentado por el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, tuvo evidentes apuntes positivos pero partió del alegato de que con la PN actual se puede encarar la criminalidad.
Los cínicos, a quienes hay que poner caso a juzgar por sus aciertos en las consideraciones sobre los gobiernos, creen que los principales opositores al plan estarían dentro de la PN, institución que desde principios de 1963 funciona en parte como una agencia piramidal de ganancias.
El presidente Medina, quien pronunció algunas palabras en el acto de presentación del plan lo definió como “gran reto” para llevar la tranquilidad a las madres, los padres, mientras que a la juventud dominicana le brinde oportunidades a lo que tienen derecho y merecen. Corrió un riesgo quizás no calculado por presiones y urgencia.
Detalles del plan
En sus principales puntos el Plan Integral, una promesa de la campaña de Medina el año pasado incluye instalar dos mil cámaras de vigilancia en el DN, la provincia de Santo Domingo y poner en vigor las normas que regirán la nueva PN. Esa nueva PN pende de una ley del Congreso.
Se propone también perseguir a los policías que se dejan permear por la delincuencia, remuneración salarial y premios para los que hagan un trabajo serio y el empleo de dos mil policías jóvenes, entrenados y equipados, ocho camiones, quince camionetas y once motores.
A poco de la proposición del plan se escucharon denuncias en programas de radio y de televisión en el sentido de que los jóvenes agentes habían sido mandados a sus puestos de trabajo, muchos en el interior del país, sin viáticos y otras disponibilidades. Una seria razón para dudar que la PN pueda ser reformada es que el estado no cuenta con los recursos para establecer salarios decentes, en un momento en que parece estar en marcha un reclamo colectivo de alzas en los empleos públicos y privados por el costo de la canasta familiar.
El ministro de Interior, doctor Fadul, cuyo portafolio es desde hace tiempo una agencia recaudadora que expide licencias de armas sin mucho rigor, anticipó que para fines del año la PN contará con cuatro mil nuevos agentes, aumentados hasta 12 mil en los próximos 4 años.
Quizás al público, ya curado de espantos por el alza de la criminalidad, se habría sorprendido de que otro de los disertantes, el procurador general Domínguez Brito, anticipara que luchará para que personas con tres y hasta diez procesos penales no estén en las calles. Pudo haber llamado la atención la aparente descortesía cruel hacia los embajadores y jefes de misiones invitados al acto, cuando el ministro de la Presidencia anunció que se limitaría la custodia de agentes a las embajadas aplicando la reciprocidad. Mientras se limitarán los agentes en las embajadas, los delincuentes son llevados a los tribunales con escolta numerosa y bien pertrechada.
Lo que le toca a AMET
El director de AMET, general Brown anunció que en combinación con Interior e Impuestos Internos se ejecutará un programa integral para regular la emisión de placas a las motocicletas y que este año se ampliará la presencia con 300 agentes y 100 motocicletas en las rutas Las Américas y autopista Duarte.
Si hay una oficina sobre la cual recaen las críticas diarias del público es AMET. Esa institución nació con el impulso de su primer director, Hamlet Herman y una filosofía de pulcritud y distancia de los designios de la PN. Tras la salida del señor Herman, la función decayó hasta hoy.
Tras ser designado el actual director, general Brown, se creyó que debido a su preparación y energía de juventud la enderezaría y rompería el sometimiento a agencia piramidal de ganancias
A poco, el oficial declaró que no era posible resolver los problemas del tránsito mientras no se modificara la ley.
A principios de diciembre la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, quizás alarmada por la situación en las calles, sugirió a la AMET organizar y regularizar a los motoristas, pedido dejado en el aire mientras se espera la nueva ley que sustituya a la vigente 241.
De aplicarse esa ley, que tiene sobre cuarenta años, sería resuelto más del cincuenta por ciento de los casos de violaciones del tránsito como son manejar sin documentos, pasar en luz roja, estacionarse en las aceras, conducir motocicletas sin cascos y el desastre del engendro llamado concho.
Fue extraño que durante la presentación del plan no se mencionara a las empresas urbanas de buses, microbuses y del concho, que han hecho de Santo Domingo una ciudad invivible y en la cual los atemorizados conductores manejan a la defensiva ante la temeridad de los protegidos por sindicatos, llamados por El Nacional: “los dueños del país”, dominadores de los subsidios de combustibles.
Sorprendió que recientemente se dijera en AMET que no se puede apresar a los violadores de la luz roja. Ayer la PN anunció que apresará a los que desperdicien el agua. Hace algunos años, antes de existir AMET, un jefe de la PN, el general Rodríguez Arias, ordenó detener a los que violaban el semáforo, lo que salvó vidas y redujo daños por accidentes. El presidente Medina tendría que cuidar muy bien su punto. Si bien hace poco que la encuesta Gallup-Hoy le asignó el 80% de acogida del público tiene que saber que ese es su techo. La vacilación con el tema de la Barrick Gold lo está perjudicando, como no viajar a Roma a cumplir un compromiso de estado en la entronización del papa Francisco, abanderado, como él (Danilo) de las causas de los humildes.
Su viaje, con la misma diligencia que el de las exequias del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, le habría permitido cumplir ese compromiso de estado, verse con los colegas de otros países algunos de los cuales no lo conocen, y evitar el “dolín” que dejó la designación de su esposa como jefa de misión para ese acontecimiento.fuente/almomento