“Hoy mi corazón duerme en paz porque ustedes los cibaeños lo hicieron descansar con su alegría. Dios hizo la obra, bendiciones”, dijo la noche que se gastó dos horas y 45 minutos en un largo y espléndido, creativo y gozado espectáculo huérfano de baches y rellenos.
Héctor Acosta, el merenguero orgulloso de “Bonao City”, siguió al pie de la letra un guión con matices emotivos, orgullo patrio y música por un tubo y siete llaves.
Con maestría se lució en las aguas de la bachata, el merengue, la ranchera, balada romántica y el acordeón de la música típica. Para lo último le auxilió El Prodigio (Krency García), quien lució un look casi gemelo a la pinta del concierto “Voces y colores” del ACNUR “El Torito pal’ Pueblo” fue el título de un espectáculo pensado especialmente para quienes no pueden costear una entrada regular a una fiesta del artista. Guiado por la productora constancera, Edilenia Tactuk, el show contempló un reconocimiento a los deportistas Félix Sánchez y Luguelin Santos y la atleta criolla Yamilet Peña, quienes, a decir del Torito “son ejemplos de que cuando se quiere se puede”.
“Hoy Yamilet es mi invitada de honor”, expresó el cantante para recibir en platea a la joven que dejó huellas en los Juegos Olímpicos Londres 2012.
De su repertorio
Partituras del merengue “apambichao”, ese que dibujan las parejas de buenos bailadores, tuvo espacio y deleite con el popurrí de estrofas clásicas. Sin asomos de conflicto, la Gran Arena del Cibao fue el gran nido de miles de personas vibrando al compás de “Sentimiento”, “Como anocheee’ y “Bachatéame mamá”, frases que le sirven de bandera.
Partituras del merengue “apambichao”, ese que dibujan las parejas de buenos bailadores, tuvo espacio y deleite con el popurrí de estrofas clásicas. Sin asomos de conflicto, la Gran Arena del Cibao fue el gran nido de miles de personas vibrando al compás de “Sentimiento”, “Como anocheee’ y “Bachatéame mamá”, frases que le sirven de bandera.
El compositor Pavel Núñez fue el primer invitado de Héctor Acosta. Juntos le dieron vida a la bachata“Vuelve mi reina”, la primera excusa para extrañar al ser más querido. “Cartas de amor” y “Dos gardenias” de su reciente producción “Corazón abierto”, fueron las siguientes.
Luego la oda a las mujeres voluminosas: El Mujerón con bailarinas en seis áreas destinadas para público.
Mozart La Para llegó con su “Armao, bebió y con cuarto” para improvisar junto a El Torito.
Confesiones
Apelando a los recuerdos, el artista dijo que se pasó los años ochenta “asfixiado” de Taty Salas y yendo a los show de Vickiana por aquello de la faldita y los movimientos.
Apelando a los recuerdos, el artista dijo que se pasó los años ochenta “asfixiado” de Taty Salas y yendo a los show de Vickiana por aquello de la faldita y los movimientos.
“Luego ensayaba para imitar el swing de Johnny Ventura y ahora les confieso que aprendí a bailar dembow”. Todo el confesionario incluyó demostraciones.
Y si, se la lució con los pasitos del “Teke, Teke”.
Previo a la interpretación de “Paz en la tormenta” Héctor Acosta manifestó su cariño al expelotero Miguel – Guelo Diloné y a su madre, Ana Estela Diloné, asesinada recientemente en su residencia de La Joya, Santiago.
El compositor Anthony Ríos, quien no pudo acompañarle, le expresó a través del video “por el respeto que le tienes a tus amigos, a los artistas de ayer y a los de ahora es que estás dónde estás, querido Héctor Acosta”. Luego, uno en la fílmica y el otro en Santiago, cantaron una estrofa de “Fatalidad”.fuente/Grisbel Medina R.