NUEVA YORK — Una semana después del feroz paso del ciclón Sandy, millones de neoyorquinos seguían sufriendo el lunes problemas en el transporte público, escasez de gasolina o falta de electricidad en medio del frío, en una ciudad traumatizada que logró al menos reabrir sus escuelas.
Las autoridades estatales y de la ciudad de Nueva York tenían como una de sus prioridades alojar a miles de personas que necesitaban refugio, ya que no tienen ni luz ni calefacción en sus casas con temperaturas por debajo de los 5 grados.
Otro objetivo era garantizar que los ciudadanos de Nueva York, Nueva Jersey (este) y los otros estados del este de Estados Unidos afectados por Sandy puedan votar el martes en las elecciones que enfrentan al presidente demócrata Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney.
En Nueva York, cerca de un millón de niños regresaron a la escuela luego de una semana sin clases, aunque más de 100 establecimientos permanecieron cerrados por los daños sufridos por el ciclón, según una lista publicada por el Departamento de Educación de la ciudad.
La asistencia fue del 86%, indicó por la tarde el alcalde Michael Bloomberg, destacando que ese porcentaje era el mismo que el año pasado para la misma fecha.
Las clases volverán a ser interrumpidas el martes por las elecciones y la alcaldía espera que el miércoles todas las escuelas ya estén funcionando con normalidad.
Bloomberg recortó el lunes a "menos de 10.000" el número de damnificados por Sandy que necesitarían refugio a raíz del frío, en lugar de los 30.000 a 40.000 de los que habló la víspera.
Metro restablecido en un 80%
Con el metro restablecido en un 80%, muchos neoyorquinos sufrieron demoras el lunes para llegar a sus trabajos, en una ciudad que depende -quizás como ninguna otra en el mundo- de ese crucial medio de transporte, utilizado a diario por 5,3 millones de personas.
Este problema provocó que muchos recurrieran al auto, aunque para eso tenían primero que conseguir gasolina, cuya escasez era otra de las consecuencias dejadas por Sandy, la supertormenta que mató a más de 100 personas en la costa este de Estados Unidos.
Problemas con los combustibles
La perturbación en el abastecimiento de combustible afectaba con más dureza al vecino estado de Nueva Jersey, donde el gobernador Chris Christie resolvió un racionamiento con un tope máximo por automóvil.
"Esperé ocho horas en una estación de servicio para cargar finalmente 30 dólares de combustible, el límite establecido", dijo el taxista Sherif Roby en Nueva York.
"Muchos amigos no pudieron ir a trabajar porque no encontraron gas", explicó.
Las autoridades de Nueva York indicaron el lunes que investigaban denuncias sobre aumentos de precios de gasolina, agua y otros productos tras el paso de Sandy.
"Estamos investigando cientos de denuncias que hemos recibido de consumidores sobre negocios que abusan", dijo el fiscal general del Estado de Nueva York, Eric Schneiderman.
La legislación de Nueva York prohíbe el incremento de precios en productos básicos, incluyendo alimentos, agua y gasolina, durante crisis y desastres naturales.fuente/afp